viernes, 13 de marzo de 2020

Ana la Desempleada

La zozobra y la ansiedad se apoderan cada día que pasa de ti. 
Cuando te pasa algo malo, todos los refranes que escuchamos a mama de infancia salen a relucir, dándote golpes de pecho (victimizándonos) y diciéndote durante algún tiempo: "vendrán cosas mejores" o los famosos "cuando se cierra una puerta, se abren muchas ventanas", "Dios aprieta pero no ahorca", "No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista", "No hay mal que por bien no venga".

También en este duro pasar del camino aparecen los refranes de grandes personajes como:

"Los obstáculos no tienen que detenerte. Si te encuentras con una pared, no te des la vuelta y abandones. Encuentra la manera de subir por ella, pasar por ella, o evitarla". Michael Jordan.

"La prosperidad es un gran maestro; la adversidad es mayor. La posesión mima a la mente; la privación la entrena y fortalece". William Hazlitt.

"La mayor gloria de la vida no radica en no fracasar nunca, sino en levantarse cada vez que caemos". Nelson Mandela.

"Cuando hayas agotado todas las posibilidades, recuerda esto: no lo has hecho". Thomas Edison.

"En tres palabras puedo resumir todo lo que he aprendido acerca de la vida. Continúa hacia adelante". Robert Frost.

"Debemos aceptar la decepción finita, pero nunca debemos perder la esperanza infinita". Martin Luther King.

"Debemos abrazar el dolor como el combustible de nuestro viaje". Kenji Miyazawa.

"La oposición es una parte natural de la vida. Al igual que desarrollamos nuestros músculos levantando pesas, desarrollamos nuestro carácter superando desafíos y adversidades". Stephen R Covey.

"Cuando todo parezca ir contra ti, recuerda que el avión despega contra el viento, no con él". Henry Ford.

"No te lamentes de tus errores, aprende de ellos". Bill Gates.

"Lo que no me mata me hace más fuerte". Friedrich Nietzsche.

Pero no te preocupes lo peor esta por venir. Serás la persona mas buscada por bancos y acreedores, ya que como estan enterados de tu salida, requieres que les pagues antes de que te quedes sin recursos. Querido lector, esto no es el fin del mundo. Durante los días posteriores a quedar desempleada, recibía la llamada de la compañera que me reemplazaba, haciendo mas duro y agonizante el dolor y el hueco en el pecho, recordando que ya no eres nada para esa organización pero extrañamente esa jefe que te saco ¿aun necesita de ti? ¿Que esta pasando? ¿Porque sucede esto? ¿Acaso te necesitaban pero te querían en un teletrabajo? No, no te ilusiones niña, no era así. Solamente la jefe no se enteraba del trabajo que realizabas y en su afán de quedar bien con otros, te saco y solo se sentía inferior. Te preguntaras cual fue mi respuesta a estos llamados...fue sencillo y muy directo a mi excompañera. Le indique a ella que para este tipo de soporte yo debería ganar algo y podría asesorarlas con un pago. Fue la ultima llamada que recibí pidiendo informacion del proceso que manejaba, creo que fue santo remedio a la situación.

Les contare un poco como fue ese suceso tan extraño. Comencé mi rutina como siempre levantándome a las 5:00 am, hice algo de pereza y después a bañarme. Tenia listo mi uniforme de la jornada. Mi trabajo comenzaba a las 7:00 am así que llevaba mi desayuno para alimentarme despacio frente al computador, mientras recibía miles de correos a primera hora. Todo transcurría normal, haciendo mis informes, seguimientos de mi cargo, normal, hasta que llego la hora del almuerzo y mi superior me llamo a una sala que se encontraba en una capacitación y me necesitaba, eso dijo. Una vez llegue, me dijo que me sentara y con una carta en su mano me entregaba la terminación de mi contrato sin justa causa. Mi reacción creo que fue la peor de todas, romper en llanto y desilusión, luego de tantos ¨desplantes¨ sentirse abatido. Creo que han sido las mayores decepciones de trabajar para una empresa tantos años y al final quedar como en a la inducción a trabajar, sin saber que hacer.
En ese momento de recibir la carta, recordé en el evento de direccionamiento estratégico de esta gran empresa donde recibía un reconocimiento por mis primeros 5 años de trabajo, donde me recordaban por mi dedicación, perfeccionismo y disposición para hacer mis quehaceres. Al llegar nuevamente al mi expuesto de trabajo,  donde recibi ese espectacular almuerzo de una carta de despido, les dije que no necesitaba del reconocimiento ya que estaria por fuera, ¿donde queda tanto reconocimiento? ¿para que? ¿acaso el ambiente de trabajo existe solo cuando le caes bien al jefe? y ¿cuando ya no entonces vas para afuera?
Creo que se puede asemejar el rompimiento en tu trabajo como en el momento que te deja tu primer amor, y que lamentablemente ya no puede continuar contigo. Que sentimiento tan fuerte, lleno de sombras, una baja de azúcar terrible, donde se te cruzan todas las cosas que hubieses dicho o hecho para evitarte semejante sensación de que te pisotean y no sabes en que momento lo permitiste.

En conclusión, todo esto para decirte que de una caída te vas a levantar y a seguir, seguramente el raspón hará que busques otra alternativa o aprendizaje para pasar por situaciones de la vida. 

Te identificas conmigo, o soy la unica a la que me llamaría esta experiencia casi religiosa

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